¡Hola! Mi nombre es Verónica Ortiz, y soy acupuntora naturópata. Quiero compartir con vosotros un poco de mi historia y unas fotos de mi estancia en India, cuando estuve trabajando en la clínica de mi Maestro David Luján, en Goa. También hablaros de cómo llegué a ser naturópata.
De pequeña el olor de las medicinas en general, me producían náuseas y cuando las tomaba dolor de estómago, hasta producirme una gastritis crónica. Siempre buscaba la manera de que no me hicieran daño al tomarlas, un yogur, etc., pero nada.
Tengo tres hijos y uno de ellos tiene alergias alimentarias, a raíz de eso, empecé a investigar qué podría darle para que estuviera bien nutrido, ya que no podía tomar pescado, ni huevos entre otras cosas. Coincidí con una buena amiga que me comentó que había estudiado Naturópatía, que incluía nutrición. También me habló de un curso de acupuntura. Me parecía imposible puesto que yo no podía ni ver las agujas, pero a la vez, me pareció interesante hasta el punto de que ese mismo año empecé mi formación como acupuntora. Al terminar el curso de acupuntura, mi maestro David Luján, me propuso ir a India, concretamente a Goa, para hacer mis prácticas como voluntari, lo cual no dudé ni un instante, ya que de pequeña visité la India y me impactó bastante, fue un viaje especial, porque yo iba recién operada de apendicitis y en lo que mi familia disfrutaba de la piscina del hotel, yo me asomaba a la vaya y veía los juegos malabares que nos brindaban sus gentes, niños por los aires, serpientes bailando al son de una flauta, etc. Al llegar a India de pequeña con mis padres, salimos del aeropuerto y subimos a un taxi y los niños tiraban de nosotros pidiendo dinero, yo que por entonces tenía diez años estaba muy impactada, ya que venía de un país más desarrollado como Australia. Desde ese día, India quedó marcada en mi retina.
Desde el primer día que empecé mi formación de acupuntura, empecé a probarla en mi cuerpo, siempre había padecido migrañas desde muy pequeña, no podía creer que con solo unas agujas ese infierno que me producía nauseas desapareciera, lo mismo me ocurrió con el tinnitus pulsátil que padezco, después del tratamiento con acupuntura dejé de oír el latido de mi corazón en mi oído, fue maravilloso, cuando vuelve, me trato otra vez y desaparece de nuevo.
De esta forma empecé a enamorarme de la acupuntura y de la naturopatía. Mis medicinas ahora son mis agujas, las Flores De Bach, lo aceites esenciales, etc.